Por Enrique Dourrie
¿Porque los pueblos de Buenos Aires se
prestan a la literatura?.¿A que se debe que tantos escritores quedan atrapados
en la geografía de pocas cuadras y de historias aparentemente simples?. Para
Julio Mafud, sociólogo argentino, el paisaje resulta importante como nexo entre
el hombre y el lugar. El paisaje literario es la resultante de una actitud del
hombre frente a la naturaleza. Una fusión o una simbiosis. Inmerso el hombre en
la naturaleza, esta lo penetra, lo posee.
En las Historias de Osvaldo
Soriano el relato nunca transcurre en una gran
ciudad ni en una cabecera de partido, sino en un pequeño pueblo. Los personajes
de Osvaldo Soriano andan perdidos en una geografía plana, triste, angustiante.
Lugares que parecen idénticos unos a otros. En todas las paginas de sus novelas
se huele la pampa, el despojo, el olvido; Se siente una sensación de despedida
constante. Los personajes asumen una búsqueda de saber quienes son y hacia
donde van, todos intentan «salvarse» encontrar un «proyecto» para
alcanzar la libertad.
Raúl Scalabrini Ortíz dice que la pampa abate al hombre, la pampa no promete nada a la
fantasía, no entrega nada a la imaginación. El labriego europeo invadió la
pampa fascinado. La labró la dividió en predios, la rayó con su arado, la
aspergó con su simiente embriagado con la largueza con que lo eran devueltos
sus afanes.Pero poco a poco la tierra se fue recobrando. Aplacó los bullicios
extemporáneos, apaciguó las exuberancias del bienestar corporal. Volvió a
imponer su despotismo de silencio y quietud. Para Scalabrini la pampa
húmeda es una tierra inhumana, impía, chata, acostada panza arriba, bajo un
cielo gigantesco.
Eduardo Mallea realiza un ensayo sobre dos Argentinas: una visible y la
otra,invisible. La argentina que se ve, es aquella de la urbe, el
metropolitano. El país escondido esta relacionado con el hombre de «adentro».
Para Mallea hay un hombre que vive en esa tierra, que la prueba que la hiere,
la trabaja y la fertiliza; Un hombre a quien rara vez se siente vivir en la
Argentina; Un hombre casi sumergido en el secreto de su labor. Para este hombre
existe aparentemente anónimo el horizonte, una posibilidad de mutación,
de progreso que promete un futuro auténtico.
Ezequiel Martínez Estrada en su libro Radiografía de la Pampa hace una descripción íntima
del paisaje pampeano. Los pueblos de la llanura parecen aerolitos,
pedazos de astros habitados caídos en el campo. Para este escritor «todos» los
pueblos son iguales. En el pensamiento de Estrada el pueblo chico
tiene algo de la tristeza del cementerio; La casa de los muertos es muy
parecida a la tumba de los vivos.
La escritora juninense Sandra
Comino, sostiene convencida que detrás del pueblo
ficticio de los argentinos están escondidos todos los pueblos. Quien describe
uno habla de todos porque la soledad y la distancia separa pero no
distingue,aleja pero no diferencia. Los escritores argentinos viajan por el
mundo para después regresar al mismo punto de donde un dia partieron.
Hector Bianciotti ve la pampa como una condena de la cual es necesario escapar. Cuando
relata el regreso a la chacra de la infancia luego de casi cuarenta años de
exilio, dice de volver a experimentar la angustia que le producía aquella
inmensidad: "experimenté una doble sensación: la angustia del niño que
soñaba atravesar una puerta en el horizonte para entrar en el mundo verdadero,
y la inmensa alegría de haber escapado a la maldición de la llanura".
Daniel Osvaldo Balditarra se coloca en una posición intermedia entre Sacalabrini y Mallea: “En
aquellas distancias, donde nací, la vista del hombre se pierde sin concentrarse
en el inmediato, “en el aquí y ahora” si no en el futuro. Desde cualquier punto
donde nos paremos las pupilas se orientan hacía aquella linea donde se une el
cielo y la tierra. La Pampa se observa desde el final, es siempre
portadora de promesas futuras, y nos regala, gratuitamente, el infinito. En la
pampa la conciencia supera el inmediato presente, en la cultura del
hombre del llano las cosas se ven realizadas antes que se realicen.
Aquello que será se transforma en lo que en realidad no es, porqué es solo posibilidad de ser realizado”. Para Balditarra la pampa es
bendición y maldición. En “la vida quebrada” su primera novela su pueblo
natal viene descripto como un lugar que abre al mundo pero al mismo
tiempo lo encierra. Beruti es libertad pero también es cárcel.
Enrique Dourrie, Paris Mayo 2002